En Mendoza, donde el under crece como una red de casas, patios y salas improvisadas, apareció en 2023 una banda que decidió abrazar el desorden como estética. Parcialmente Nublado (PN) nació casi por accidente: tres músicos que apenas se conocían —Nash (Ignacio Alós), Rulo (Santiago Ortiz) y W (Wenceslao Fernández)— coincidieron tras un show de Asintota, Verónica Lía y PPC, y entendieron que había espacio para una música que no entrara en moldes.
Su primer ensayo ya tiene estampa de mito: luces apagadas, cerveza suficiente como para “matar a un caballo” y una zapada interminable sobre Weird Fishes de Radiohead. Ahí, entre risas y un trance de 40 minutos, descubrieron que tenían algo más grande entre manos.
Su propuesta, explican, arranca desde una crudeza garage, tamizada por un filtro math rock, con guiños al Midwest emo, el punk y hasta al indie. Pero lo que los define, dicen, es un “nosequé entrópico”: canciones con mil secciones, cortes abruptos y la constante sensación de que en cualquier momento la estructura va a explotar en otra dirección.
Al principio, las palabras eran casi un instrumento más, aparecían tarde y sin jerarquía. Con el tiempo, empezaron a darle forma a letras que se quejan de vínculos insanos, del malestar social y, sobre todo, de ellos mismos. Son, como ellos se definen, tres drama queens. Sus referentes van desde Delta Sleep y Radiohead hasta Invisible, Tool y King Crimson.
En una ciudad acostumbrada a los bares iluminados donde el público escucha sentado, PN eligió los otros espacios: livings, patios y casas que se transforman en escenarios cálidos y comunitarios. “El under mendocino se siente como una gran familia de artistas, no seríamos nada sin nuestro hermoso nicho”, aseguran.
Y ahí ocurren las postales inolvidables: la primera vez que vieron a alguien volar en un pogo, la euforia de Chacaremo en medio del mosh, o el momento en que Wence casi rompe un tabique en plena tocada. Humor negro, sí, pero siempre con una sonrisa.
“Eso es lo malo de estar acá” es, para ellos, el tema que mejor sintetiza lo que hacen: breve, pero con todas sus facetas. Mientras que “Neco” es pura pelea instrumental, caos en estado puro.
En agenda inmediata está un Split con Amidala, algunas live sessions, un concierto acústico y su primera gira por Buenos Aires en noviembre. El futuro, dicen, no lo planifican demasiado: lo que venga será bienvenido mientras mantenga esa energía compartida.
PN no es para todo el mundo, y lo saben. Pero ahí está la clave: no buscan complacer, sino generar momentos donde la música es el idioma común. “La mayoría de las veces no se trata de la técnica ni de la teoría, sino de una atmósfera. El mensaje está dentro de cada uno y nosotros sólo ayudamos a que salga”.
Así suena Parcialmente Nublado: como una tormenta que no avisa, pero cuando estalla deja a todos empapados de electricidad.
Por @juka.rosales